Hoy tu tal vez conozcas a algunos líderes que piensan que las decisiones que fijaron por sí mismos en las organizaciones ya no se puede alterar. Piensan que están atascados en un callejón sin salida, o que están trabajando en una empresa que no les gusta para nada. Y lo peor, no hacen nada para cambiar sus circunstancias porque piensan que es demasiado tarde. Es decir, en su mente su suerte ya está echada.
Sin embargo, ciertos líderes son ejemplo a sus colaboradores e inspiran por su capacidad de ver que nunca es demasiado tarde para cambiar por algo mejor !!!.
Hoy en día trabajamos en organizaciones que están convencidas de que no hay verdades absolutas y que se debe empoderar al líder para que pueda decidir lo que es correcto y con un buen plan.
En las organizaciones de hoy, puede que resulte ser un buen líder según las buenas prácticas y las enseñanzas de tantos gurus que dictan charlas carísimas, sin embargo, son pocos los líderes que nos atrevemos a tomar una posición tan audaz de ser un buen líder que influence para bien y dejar un legado a sus colaboradores, a pesar que para ciertas empresas (felizmente muy pocas ahora) esto represente quizás el riesgo de perder el trabajo. Me refiero a la amenaza de rechazo, ridiculización o ser visto como un extraterrestre por ser un líder humilde y positivo que busca obtener lo mejor de sus colaboradores y llevarlos a las grandes ligas, con mucha paciencia y dedicando tiempo para instruirlos, sin importar la tentación de dejar las verdaderas convicciones de ser un buen líder solo por provecho personal o aceptación de la organización en el corto plazo.
Hoy te regalo esta frase del sabio Salomón escrita hace aproximadamente 3M años antes de Cristo, es una frase que la ajustaré para ti en un contexto a las organizaciones de hoy: “Mejor es el líder humilde y sabio, que el jefe viejo en mentalidad y necio que no admite consejos; y cree que se las sabe todas....”
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