Una persona miope puede ver claramente cosas que están cerca, pero no las que están distantes. Lo opuesto es quien tiene presbicia, o visión distante, teniendo la capacidad de ver con claridad objetos que están lejos, o, figuradamente, en el futuro. Como líderes, somos llamados a enfocarnos en ambas cosas: el presente (cerca) y el futuro (distante). Pero a veces perdemos de vista las bendiciones todavía por venir.
¿En dónde está tu enfoque? No permitas que sus circunstancias presentes, sean alegrías o tristezas, oscurezcan su visión de las bendiciones eternas por venir.
El cumplimiento de metas a menudo se ve como una palanca para obtener beneficios inmediatos. Pero una mentalidad a corto plazo puede ofrecer resultados decrecientes. ¿Cómo puedes mantener el enfoque de tu equipo en el futuro a pesar de las demandas del presente?, aquí 3 tips:
1ro. Asigna tiempo cada semana para pensar a largo plazo. Reflexiona sobre tus objetivos de construcción de marca y relación con tu stakeholder. Pregúntale a tu equipo cómo las decisiones a corto plazo contribuyen a las estrategias corporativas y de negocio.
2do. Aplica casos para la inversión: cuanto más tu y tu equipo puedan demostrar el impacto de la gestión, mayor será la probabilidad de recibir recursos adicionales para promover la planificación estratégica.
3ro. Crea más valor en las ofertas, no solo compite en lo mismo. Canaliza tu energía en la planificación del futuro en lugar de administrar el presente y sentarás las bases para un crecimiento a largo plazo. Éxitos!!!
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