Como gerente, es importante reconocer que todos están un poco cansados en estos días, y debes recalibrar tus expectativas en consecuencia. Aquí te dejo 6 formas de hacer esto:
1ro. No esperes el mismo nivel de respuesta o disponibilidad de tus colaboradores directos que antes.
Considera volver a priorizar identificando qué plazos pueden extenderse y qué proyectos pueden cancelarse por completo.
2do. Evaluar el nivel de detalle necesario en cada proyecto. ¿Qué se puede lograr en las circunstancias actuales? ¿Y cómo puede ajustar sus métricas para el éxito?
3ro. Re equilibra el trabajo entre los miembros del equipo al tomarse el tiempo para comprender sus situaciones personales y su capacidad.
4to. No asumas que todos te dirán cuando se sientan abrumados o necesiten ayuda, para ello otorga a tu equipo permiso explícito para hacerlo y se proactivo para realizar los cambios necesarios.
5to. Recuerda que ajustar sus expectativas no significa necesariamente castigar. Realiza comentarios honestos cuando sea necesario y comunícate claramente cuando la calidad del trabajo de tu equipo no esté todavía a la altura.
6to. Al recalibrar y ser explícito sobre tus expectativas a corto plazo, obtendrás mucho más de tu gente a largo plazo.
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