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Writer's pictureGuillermo Paredes

Se agradecido tengas o no lo deseado.

El insomnio, o sea el no poder dormir, lleva a muchos a contar ovejas, caminar por la habitación, o ver infomerciales a altas horas de la noche. ¿Qué haces cuando no puedes conciliar el sueño?

Existen historias del Rey David que también tuvo unas cuantas noches en que el sueño no le venía fácilmente, especialmente durante las vigilias de la noche, o sea, los tres bloques de tiempo que observaban los israelitas cuando cambiaban los turnos de guardia del campamento.

Una característica de David es que enfocaba su mente en agradecer. Para quienes deben estar despiertos durante la noche, pero desearían estar durmiendo, puede parecer que esas vigilias pasan muy lentamente.

Historias nos dicen que en sus momentos de inquietud, David tomó la decisión deliberada de meditar en el agradecimiento. En lugar de darse vueltas en la cama, David dirigía su mente a todas las obras maravillosas de Dios que mostraban su protección.

Una mente sobrecargada y una vida acelerada pueden resultar en intranquilidad. Si estás despierto por la noche, pensando en el día que pasó o en el que vendrá, usa la vigilia de la noche para meditar en agradecer. Se agradecido tengas o no lo deseado.

Cuando veas a un hombre que lo ha perdido todo se inclina al otro lado de la mesa y dice en voz baja: “He aprendido el secreto de estar contento”, te recomiendo que le prestes mucha atención para aprender de él.

Aun cuando el consumismo de hoy se deleita en atizar la insatisfacción, los recuerdos que más atesoramos son aquellos cuando sentimos una satisfacción establecida: “Esto es bueno; esto es suficiente.”

Anhelamos contentamiento porque la mayoría de las situaciones en que nos hallamos contienen sectores bien sea pequeños o gigantes de desencanto. Si no tenemos cuidado, pensamos que el contentamiento es sólo para el futuro: “Cuando esto suceda, estaré contento.” Cuando relegamos el contentamiento al futuro, desaparece.

Algunas veces sentirás el tirón del descontento, pero lo superarás. Uno de los principales secretos que aprenderás es dejar de tratar de arreglar problemas mediante el afán, y que más bien ahondarás en el agradecimiento tengas o no lo que deseas. Anímate a practicar la gratitud al meditar en las cosas que eran buenas, verdaderas y dignas. Y tendrás una paz profunda y satisfacción, independientemente de sus circunstancias. Éxitos !!!


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